Tiempo de Hogueras, tiempo de petardos: ¿Cómo evitar que tus perros se asusten?

Por estas fechas es habitual, en tierras alicantinas (y en muchas zonas costeras del país) escuchar ruidos de petardos, cohetes, verbenas y mascletàs; algo que a nuestros perros no les acaba de agradar mucho. Desde Popet Mascotas, queremos dejarte unas cuantas recomendaciones para que tu fiel amigo pase de la mejor manera posible el mal trago que le suponen los petardos y ruidos propios de la fiesta que a los «festeros» tanto les gusta.

Con el sonido de los petardos, a los perros se asustan como nosotros cuando éramos niños, pero su instinto animal les hace correr despavoridamente por lo que es importante sobre todo en estas fechas, sacarles con su correa bien sujeta cuando salgan a pasear. También los canes pueden reaccionar ladrando convulsivamente o hasta con conductas agresivas.

Lo más importante que debemos hacer ante nuestros perros es mantener la calma y en ningún momento regañarles. Tampoco tenemos que mostrarnos muy cariñosos con ellos, ni mimarles ni acariciarles para que se tranquilicen. Estas actitudes reforzarán lo que no queremos, que nuestros amigos sigan teniendo miedo. Por lo tanto, lo importante es mantener la calma, principalmente, tener mucha paciencia.

En el caso de que estemos en casa y el ruido de los petardos se oiga y asuste a nuestros canes, estos optarán seguramente por esconderse. En estos casos podemos, por ejemplo, buscar cualquier otro ruido que ‘silencie’ el ruido de la pólvora como el sonido de la televisión o también podemos ponerles una música tranquila que les relaje. Una vez se haya calmado, podemos darle algún juguete o hueso para que se distraiga y no vuelva a molestarle el ruido.

Por nuestra parte, nuestro comportamiento debe ir en la línea de mantenernos tranquil@s. Para nuestro perro somos un referente por lo que si nos ve nerviosos él también lo estará. Para ayudarle a pasar el mal trago de la mejor manera, podemos cerrar puertas y ventanas. Además de rebajar el ruido, evitamos cualquier tipo de huida o accidente.

Otras opciones que se han de tener muy presentes es que es importante que no automediquemos al perro para tranquilizarlo sin la respectiva prescripción veterinaria. Igualmente, si podemos permitírnoslo, otra opción es poder trasladarse a un ambiente más rural en el que pasar unos días en contacto con la naturaleza y alejados estruendosos ruidos.

En resumen, lo más importante es que tengamos paciencia y no le demos importancia a que nuestro perro se altere en medio de una ‘mascletà’. Hay que hacerle ver que se trata de algo natural para que pueda aprender a convivir con ello.

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